1825 Vodka Boliviano

Por: Admin


La categoría de destilados va creciendo día a día, sin embargo son contadas ocasionas en las que surgen productos de alta nobleza. 1825 Vodka es uno de ellos y no solo lo transmiten su sabor, sus materias primas seleccionadas o su inmejorable proceso de elaboración sino que su packaging también logra estar a la altura de tales características logrando enamorar al espectador a primera mirada.

 

Es un extraordinario tridestilado en alambique de cobre y producido a partir de la mejor materia prima boliviana a 4.000 metros sobre el nivel del mar, lo que garantiza su carácter único. Catalogado como sofisticado e irresistible; producido con agua de la Cordillera de los Andes y trigo amazónico.

Su autor es el equipo de diseño del estudio argentino Pierini Partners que, una vez más, vuelve a sorprender con una pieza de altísima calidad estética. Si bien la estructura del nuevo diseño es clásica, el conjunto respira un aire sofisticado del cual se desprenden dos elementos visuales fundamentales: 1-LA FORMA de la botella y 2-EL ÍCONO, el cual no solo se haya impreso en la zona central del pack sino que, además, aflora de modo volumétrico dentro del layout.

Con respecto a su iconografía, 1825 posee una creación original del propio diseñador Adrián Pierini, quién logro una perfecta síntesis de una máscara tribal inspirada en la figura esculpida en la Puertas del Sol (Inti Punku) ubicada en Tiahuanaco en Bolivia. Al respecto Pierini comentó: -“1825 Vodka es un canto al orgullo boliviano, es una manifestación de su historia y tradición. A la hora de crear esta identidad pensamos que hay pocos referentes tan fuertes a nivel iconográfico como esta figura. En ella existe misticismo, herencia cultural, fuerza y toda una carga emocional que sin lugar a dudas conecta al producto, con su gente y con su historia visual.”-. Complementando  el análisis de Pierini, se podría afirmar que los elementos que la componen expresan una simbiosis y personificación de los Andes y Amazonas. Por un lado la “corona” que hace alusión a los rayos del sol (Inti) y por el otro el plumaje amazónico. La dualidad es notable y ha sido intencional con el objetivo que el consumidor pueda captar en el rostro rasgos que lo remonten a ese imaginario.

Con respecto a la morfología de la botella, la misma ha sido producida e importada especialmente para la marca. Su forma es sumamente original y distintiva acorde con las últimas tendencias mundiales de la categoría. Estilizada y con doble contracurva en su estructura (representando la dualidad del oriente y occidente que logran unificarse), sorprende al espectador y lo seduce invitándolo a descubrir nuevas sensaciones.

 

Si se observa el diseño en su conjunto, el estudio argentino logró un excelente equilibrio compositivo. Nada sobra, nada falta. El logotipo, cuyo bastones combinan lo recto y lo curvo como contraposición semántica entre la dura geografía montañosa del altiplano y sinuosa vegetación amazónica, ocupa gran parte del plano y a pesar de ello no satura ni resta elegancia. Un tema no menos importante es el texto secundario, su distribución en bloque es prolija y sutil permitiendo que la atención se concentre en aquellos aspectos más relevantes del packaging. En definitiva, 1825 Vodka, nació para hacer historia y así lo demuestra tanto en alma como en imagen.

Fuente 

Arqa.com 

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